lunes, 7 de septiembre de 2015

La primera vez que vi mi vida ante mis ojos


Los meses de verano eran los meses más divertidos de mi niñez. Los domingos eran los días "rebeldes" . Todos nos levantábamos tarde , aproximadamente a las diez de la mañana, desayunábamos y luego íbamos todos a la playa. La que normalmente visitábamos era El Timón , ya que no llegaba casi nadie de gente, estaba totalmente alejado del bullicio de la ciudad y la vista era maravillosa.
Mientras mis tíos y mi padre jugaban fulbito  , mis tías tomaban el sol . Mi mamá iba conmigo
 y mi primo , ambos de 5 años, a refrescarnos al mar. Normalmente siempre estábamos cerca de la orilla, pero esta vez  el mar estaba algo retirado , así que decidimos adentrarnos.

Cuando creímos que ya estábamos en el lugar correcto para nadar , de la nada, nos empezamos a hundir . El suelo estable de arena se había desecho. Debo recalcar que mi mamá no era una gran nadadora .Los tres nos hundíamos y con toda nuestra desesperación para tratar de mantenernos a flote movíamos brazos y piernas .

Todo era inútil, La situación se complicaba. A mi primo casi se lo lleva la marea pero mi mamá  logró cogerlo rápidamente de su ropa de baño y por intentar salvarlo a él , me soltó a mi. Ahora era yo la que estaba siendo llevada. Mi mamá con torpeza logro agarrar una de las tiras de mi bañador, su agarre no fue fuerte, así que otra vez me volví a soltar, pero esta vez el mar no me pudo llevar lejos porque mi mamá pude coger mi cabello y jalarme hacia ella.
En ese momento no les mentiré , vi un lugar tranquilo , con tres ataúdes, dos pequeños y uno grande.Veía a mi primo y a mi mamá vestidos como yo, totalmente de blanco. Nos cogíamos de la mano mientras que veía como la familia dejaba rosas blancas sobre los ataúdes.En ese momento yo no entendía del todo la escena, pero de lo que estaba segura es que era el fin.

Ya no aguantábamos más la respiración . Una ola gigante se acercaba a nosotros . Sabíamos que eso nos iba a tapar y ya no habría vuelta atrás. Pero milagrosamente, aún no entiendo como, pero esa ola fue nuestra salvación. La fuerza fue tanta que el mar nos boto con fuerza hacia la orilla.

Todos estábamos morados. Mi primo y yo aruñados por los intentos desesperados de mi madre para no soltarnos. Luego de dejar que el aire circule otra vez a nuestros pulmones, lloramos desconsoladamente. Nunca habíamos estado tan aterrados.

Psd: A pesar de esa horrible experiencia no le tengo miedo al mar. Ahora sé nadar mucho mejor, pero aún con todo , soy prudente a la hora de meterme al mar.

Y ustedes ...¿Han tenido alguna vez una experiencia así de aterradora?

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